En 2017, el tamaño de la bolsa de valores mundial por capitalización bursátil total era de unos 79.225 billones de dólares, lo que la convierte en la segunda más grande del mundo. El creciente interés de los inversores la convirtió en uno de los mercados financieros más apasionantes y ahora es capaz de generar excelentes beneficios.
Warren Buffett es una de las personas más ricas del planeta. ¿Quiere saber cómo lo consiguió? Ha estado comprando y reteniendo acciones desde que tenía 9 años. ¡Tener acciones puede cambiar su vida! ¿Lo tiene todo listo para aprovechar esta oportunidad de inversión? ¡Comencemos!
Una acción, también conocida como participación o valor accionarial, puede definirse como una cierta unidad de propiedad de una empresa. En otras palabras, cuando compra una acción, se convierte en accionista, con una participación en la empresa que le emitió la acción. La titularidad se determina por el número de acciones que tiene de acuerdo con el número de acciones en circulación, que son las acciones de la compañía que en ese momento poseen todos sus accionistas.
Cuando se hace accionista, el éxito de su inversión depende de la rentabilidad de la empresa, de todos los altibajos que experimente hasta que decida vender su acción.
Las grandes empresas emiten acciones en las bolsas del mundo a través de una Oferta Pública Inicial (OPI), con el propósito de reunir capital para operar y expandir sus negocios. Estas acciones pueden estar presentes en más de una bolsa. Por ejemplo, el gigante tecnológico estadounidense Apple Inc. cotiza en la bolsa de valores estadounidense NASDAQ con el símbolo bursátil APPL; pero también es un elemento de cuatro índices: NASDAQ-100, DIJA, S&P 100 y S&P 500. Además, se pueden poseer acciones en diferentes empresas individuales, realizando una sola operación. Esto es posible a través de un fondo cotizado en bolsa (ETF, por sus siglas en inglés).
Dependiendo de lo que otorguen, hay dos tipos principales de acciones individuales: ordinarias y preferentes.
Las acciones ordinarias le permiten votar en las juntas de accionistas y recibir pagos de dividendos. Los dividendos representan las ganancias de la empresa, lo que significa que cuantas más acciones posea, mayor será la parte de las ganancias que obtenga.
Las acciones preferentes no le ofrecen derechos de voto en las asambleas de accionistas, pero le dan dividendos más altos frente a los accionistas ordinarios. Las acciones preferentes son más seguras en caso de que la empresa quiebre y sea liquidada.
Existen cuatro maneras principales de invertir en acciones:
La forma más extendida y sin estrés es optar por un corredor en línea, especialmente hoy en día, cuando la tecnología simplifica el proceso y enriquece la calidad de la experiencia general de negociación. GalesBank le da acceso a una infinidad de acciones lucrativas, de diferentes sectores y todo ello con tan solo unos clics.
Dado que sus posibilidades de obtener beneficios dependen de la empresa en la que está invirtiendo, la mayor parte de su investigación debe centrarse en ella. Algunas de las materias más importantes que deben formar parte de su evaluación son:
Antes de convertirse en copropietario de una empresa, es fundamental realizar una investigación exhaustiva sobre la misma para reconocer su potencial de obtener ganancias. Dos instrumentos valiosos son el P/E ratio o el PER, que indica si la acción está sobrevalorada o infravalorada; así como el coeficiente Beta, que mide la volatilidad de la acción y su desempeño en los últimos cinco años. Toda la información está disponible y muchas empresas de renombre la hacen transparente para sus accionistas.
Una vez que haya decidido qué acciones comprar, podrá mantener su inversión a corto o largo plazo. Si bien es cierto que no es imposible obtener beneficios si se va a la baja, es muy arriesgado y lo más probable es que no se obtenga mucho de ello. Históricamente, el mercado tenía la tendencia de crecer a un ritmo de alrededor del 7% anual. El inversor estadounidense Warren Buffett ha dicho que su tiempo favorito para mantener una acción es, “para siempre”, y es cierto que la negociación de acciones es rentable a largo plazo. Para beneficiarse de su inversión al máximo, considere la posibilidad de elaborar un plan a largo plazo. Nuestro equipo de expertos le brindará apoyo en todas sus decisiones de inversión, para asegurarse de que tenga las mejores oportunidades de éxito.
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